Si
Si puedes conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos las pierdan y te cubran de reproches;
Si puedes confiar en tí mismo cuando los demás dudan de tí,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas por eso,
ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;
Si puedes soñar y no dejar que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso
Y tratar de la misma manera a estos dos impostores;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado tu vida
y agacharte y construirlas de nuevo, aunque sea con gastados instrumentos!!
Si puedes hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre la pérdida sufrida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aún después de haber desfallecido
y que así se mantengan hasta que en tí no haya otra cosa
que la voluntad gritando: "Persistid, es la orden!!!"
Si puedes hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o alternar con Reyes y no cambiar tu forma de ser;
Si ni los enemigos, ni los buenos amigos pueden dañarte,
Si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
Si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia los sesenta segundos,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, ¡Serás un hombre!, ¡Hijo Mío!