Viaje hacia lo más profundo
La búsqueda del despertar no es una travesía hacia afuera, sino un viaje hacia lo más profundo de uno mismo. La esencia de Buda no reside en palabras impresas o en dogmas abrazados, sino en el santuario interno de cada ser.
El ciclo incesante del Samsara es el destino de aquellos que buscan un Buda en el mundo exterior. Están destinados a vagar sin fin, sin alcanzar la verdadera liberación. Solo aquel que se aventura en las profundidades de su propio ser, quien busca en su corazón y en su mente, encontrará la luz que guía hacia la iluminación.
La verdad surge pura y sin mancha del lodo de la ignorancia y la ilusión. No es en los libros o en las palabras ajenas donde se encuentra, sino en la pureza de la propia experiencia y comprensión.
Cada Sutra, cada palabra del Buda, son como mapas que indican la dirección, pero no son el territorio en sí. Son guías, no el camino mismo. La iluminación no puede ser expresada completamente en palabras, pues es una experiencia que trasciende los límites del lenguaje.
En el silencio de la meditación zen, en la quietud de la reflexión, en la profundidad de la compasión, encontrarás el camino hacia la iluminación. La verdadera morada de Buddha es el interior de tu propio ser.