La meditación es una ciencia
La Meditación es un estado mental activo alrededor de un pensamiento determinado. No se debe confundir con la Concentración, que no es más que la retención momentánea de nuestras facultades, mejor dicho, de nuestro dinamismo mental alrededor de un motivo cualquiera. En cuanto a la contemplación, es un estado más elevado que la Meditación, como lo implica el término.
La Meditación puede decirse que es la base del Budhismo, pero el método puede variar según las Escuelas Filosóficas. Es así que en el Thibet, el sistema Ch´An (que los japoneses llaman ZEN, y los hindúes DHYAN), varía muchísimo del método contemplativo, pasivo y así mismo votivo de los budhistas tradicionales de Birmania y de Ceilán, y todavía difiere más de los sistemas místicos de Occidente donde la meditación no es más que una simple repetición mental de un cierto pensamiento, o bien un estado pasivo o receptivo mental que es de los más perniciosos cuando se conocen los resultados de tal práctica.
La Meditación es una ciencia en sí misma. Ella implica una Concentración absoluta sobre un pensamiento único. “Cuando no hay distinción entre el sujeto y el objeto, entre el que medita y la cosa meditada”, el objetivo es alcanzado. Meditar, es abstraerse en el objeto de nuestra meditación, en nuestro pensamiento mismo: es vivir en la esencia de las cosas identificándose con ellas. Esto, solamente, conduce al perfecto conocimiento, y por ahí solamente se llega a la Vida Trascendental, perfecta, que está más allá del fenomenalismo, diferenciaciones, confusiones intelectivas y distinciones ilusorias.
Es inútil esforzarnos aquí de explicar mejor lo que es la Meditación. Para conocerla mejor es necesario practicarla. La Meditación es una función, no una teoría o simplemente un método de pensamiento; es un pensamiento profundo, exacto, determinado. Es el dinamismo creador de la Consciencia, que no podemos apreciar más que por el sendero de las realizaciones interiores trascendentales, vividas, desbordantes, de nuestro ser.
No obstante, la Meditación lleva en sí un entrenamiento muy preciso.
Todo en el hombre interviene en esta práctica. La respiración rítmica, la relajación de nervios y músculos, el fácil flujo de la corriente sanguínea, el control de las sensaciones, el dominio de las impresiones, el análisis y reflexión equilibrada, y en fin, la concepción entera y profunda de los acontecimientos o de los fenómenos de la vida por medio de la penetración mental e identificación última, como acabamos de ver.
Todo esto produce estados progresivos de conciencia superior (inmateriales e inegoistas), pasando de uno a otro estado, llamados en sánscrito Jhanas, que parten de la simple concentración analítica, al éxtasis trascendental. Pero no se trata de ninguna manera, de un éxtasis emotivo – sensorial, ni de ninguna ilusión, o de algún estado hipnótico por autosugestión, sino más bien, de una SERENIDAD PLENA QUE LO UNIFICA TODO.
El proceso de la Meditación es pues bien preciso. Es necesario comenzar por eliminar toda clase de trabas como son las teorías y dogmas, librándose en fin de las cadenas de los prejuicios y doctrinas más o menos absolutas, y evitando los pensamientos enemistosos, torpes, de codicia, la introspección taciturna, la duda, etc. Es ello toda una disciplina mental de primer orden, y en fin, una orientación moral de las más rígidas y constructivas.
La Meditación puede ser cultivada de diversas maneras, es decir, sobre diferentes sujetos, pero 4 temas son sobretodo muy importantes como orientación de la Vida Perfecta, que conduce más allá de la Vida: al Nirvana que es la supervida, o la existencia más allá de todo fenomenalismo y por consiguiente de toda experiencia.
LOS CUATRO JHANAS, son:
1. BENEVOLENCIA (Metta) - Amor Universal, incondicional. Meditación que destruye todos los malos sentimientos y deseos.
2. COMPASIÓN (Karuna) - Actitud mental simpática hacia todas las manifestaciones de la vida. Meditación que está por encima de la piedad, dispersa el error y evita todo pensamiento erróneo, deprimente o de dolor. Es el Amor – Bondad que purifica al afortunado que llega a concebirlo y a sentirlo, y es una de las bases fundamentales de la Felicidad en el curso de la existencia.
3. ALEGRÍA (Mudita) - Simpatía hacia todas las formas de la vida y experiencias de la existencia, proveniente de la comprensión íntima de los acontecimientos y de sus causas; en fin, es el resultado de la identificación entre el pensador y lo que se piensa, la fusión mental (en el plano mental) entre las diversas fases de la vida.
4. SERENIDAD (Upekkha) - Dominio absoluto de la mente y de todo el ser, así como de todas las experiencias de la vida. Ellos es la Gracia, la Iluminación o más bien, el Cielo.
Todo esto es perfectamente posible al hombre, genéricamente hablando, sin necesidad de rituales, ceremonias, oropeles vicariales, preces, incienso, templos y grandes clérigos.
KWANG HSIH
(Lord K. H.)